Comunicar desde el sentido común

Siempre he creído que una buena comunicación se basa en 5 claves: profesionalidad (y honradez personal), sentido común, fe en tu causa, perseverancia y un mínimo creatividad. Como este blog nace con intención de permanencia en el tiempo, en los próximos días voy a ir escribiendo y analizando con tranquilidad cada una de estas claves.

Hoy voy a centrarme en la que creo que es la más importante de todas: el sentido común. Y es que por mucho que parezca algo obvio, esta “cualidad” humana probablemente sea la que más escasea en esta labor a la que me dedico desde hace tiempo. De hecho me temo que su escasez es una constante en la historia de la humanidad porque ya en su momento Voltaire dejó escrito aquello de que “el sentido común es el menos común de los sentidos”.

¿Cómo comunico desde el sentido común?

Imaginemos que como profesionales que somos, nos toca difundir una información que atañe a nuestra empresa o institución. Bueno pues haríamos uso del sentido común respondiendo adecuadamente a dos preguntas:

Pregunta 1: ¿Esto de verdad interesa a alguien más que a nosotros mismos?

Aquí caben dos respuestas: sí, en cuyo caso basta con poner en marcha el engranaje necesario para hacer un difusión efectiva; y no, ante lo que cabe dos posibilidades: no hacer difusión para evitar saturar a los periodistas o lo que en este sector denominamos “buscar una percha” y donde entraría ya una nueva clave que es la creatividad y que consiste en hacer interesante una información irrelevante sin engañar a nadie, con transparencia.

Dicho esto, un buen director de comunicación o director de cuentas, en el caso de las agencias, no debe tener miedo de decirle a sus jefes que las informaciones irrelevantes son irrelevantes. Algo que, a la vista de las notas de prensa que llegan a la redacción de las publicaciones donde estoy involucrado, no sucede en numerosas ocasiones. El problema es que enviar informaciones irrelevantes es contraproducente y no merece la pena, porque el periodistas te puede acabar clasificando como “spam” a ti, a tu empresa y a todo lo relacionado contigo.

Pregunta 2: ¿Estoy en condiciones de dar respuesta a todas las consecuencias que genere?

A la hora de poner en marcha cualquier acción de comunicación, hay que tener previstos todas las necesidades informativas y todos los riesgos.

No vale, por ejemplo, mandar una nota de prensa un jueves y desaparecer el fin de semana “porque es mi momento de descanso”. Los medios de comunicación siguen emitiendo el fin de semana tienen derecho a tratar la información que has lanzado tu al “universo prensa”.

Tampoco vale dejar de atender a los medios cuando pasan unos cuantos días porque “ya he hablado lo suficiente” y “estamos ya saturados”.

 Y por supuesto hay que prever bien los riesgos de la comunicación haciendo los deberes antes. Hay que tener en cuenta que mis informaciones pueden generar reacciones de otros y desatar una tormenta mediática. En tal caso el secreto está en una buena planificación de la comunicación estableciendo protocolos de actuación, portavoces y argumentarios. Aunque esto lo trataremos más adelante.

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El Arrojo del Ignorante

La comunicación es como el futbol, un sector (llámalo sector, o llámalo materia, ciencia, disciplina…) donde todo el mundo tiene el arrojo de opinar a la hora de reunirse a analizar o planificar a corto o medio plazo. Cualquiera sabe qué es lo que hay que hacer para difundir los mensajes, da igual que no haya visto una nota de prensa o contactado con un periodista en su vida. La cuestión es lanzarse a opinar e, incluso, a exigir.

Llevo trabajando en el desarrollo de la comunicación desde 1996 y lo he hecho para instituciones, pymes, asociaciones, organizaciones sin ánimo de lucro (ONG’s) y multinacionales, y siempre, siempre, siempre me acabo encontrado algún listillo de turno que te dice como hacer tu trabajo. Me ha pasado incluso trabajando gratis como voluntario en temas sociales.

La verdad es que uno se acostumbra a todo y acaba aceptándolo como un factor más de tu trabajo, aunque no deja de sorprenderte cuando el típico iluminado te dice aquello de “ahora lo que tienes que hacer es conseguir que el diario El País entreviste a fulano”, como si conseguir tal hito mediático fuese cuestión de llamar a la redacción y pedirlo como quien encarga una pizza.

Tiene gracia porque a mi en la vida se me ocurriría enmendarle la plana a un director financiero, o al máximo responsable de recursos humanos, seguridad, informática… Sin embargo la comunicación y la publicidad son áreas abiertas a todos, especialmente aquellos que no tienen ni puñetera idea de su funcionamiento porque curiosamente, quien conoce a fondo su complejidad siempre es respetuoso y coherente respecto a nuestro trabajo. Afortunadamente este el caso de mi jefe actual que es buen conocedor de lo complejo que es esto de difundir tus ideas y mensajes a los públicos elegidos como objetivo.

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Aprendiendo a aceptarse a sí mismo

Hay una unidad en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid donde las enfermeras enseñan a los pacientes a curar heridas que no están en la piel sino en el alma. Se trata de la Unidad de Maquillaje Terapéutico y allí enseñan a los pacientes a superar el miedo a mirarse al espejo y volver reconocerse. Y es que en este video, las profesionales nos cuentan su principal premisa: el paciente que tiene una imagen positiva de sí mismo mejora su calidad de vida y su salud. Nos cuenta en su reportaje, Ana Muñoz, redactora en el Consejo General de Enfermería, que la mayoría de los pacientes son mujeres que padecen discromías, melasmas, vitíligo, acné, quemaduras y cicatrices. Pero también pacientes que se han sometido a tratamientos de quimioterapia o a un cambio de sexo. No te pierdas este video

http://progressive01.codistream.net/video/fenf/16dfcd8-VTR_MAQUILLAJE_H1000.MP4

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La comunicación en salud: profesión de riesgo (para el lector)

La comunicación en el ámbito de la salud requiere de la especialización de periodistas y comunicadores. Las consecuencias que pueden derivarse de una mala praxis en la difusión de mensajes de este sector son demasiado costosas para el ciudadano. Y es que la salud no es como la tecnología donde confundir como algo real los avances que realmente son ciencia ficción no tiene más consecuencia que la desilusión del lector. Cuando se trata de salud, de hablar sobre avances en el tratamiento de enfermedades, lo que está en juego son las expectativas, la esperanza y la vida de las personas. Y con eso no debemos jugar nunca.

La especialización de periodistas, informadores y comunicadores en salud ha sido el objetivo durante más de dos décadas de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Una alianza de profesionales que el pasado fin de semana la celebraba la décima edición de su Congreso Nacional de Periodismo Sanitario en Madrid. Un foro de encuentro de periodistas y comunicadores del ámbito de la salud con los principales agentes sanitarios del sector: profesionales, sociedades científicas, industria, gestores, políticos…

A lo largo de los tres días que dura este congreso uno tiene ocasión de reencontrarse con los compañeros, debatir los temas de actualidad y conocer futuros proyectos interesantes. ANIS este año ha cumplido 20 años, una época en la que ha tenido ocasión de consolidarse como la asociación sectorial de periodistas más grande que hay en España. Son casi 600 miembros que cada año pagan religiosamente su cuota y se involucran en la búsqueda de fórmulas que garanticen la especialización de los comunicadores o la defensa de condiciones dignas en un momento en el que algunas empresas están aprovechando la coyuntura para maltratar laboralmente a sus redactores con contratos leoninos y lamentables.

Fue especialmente ilustrativa una mesa donde los profesionales sanitario hablaron de cómo perciben ellos el trabajo que realizan los periodistas sanitarios. Allí se habló sin reparos de la crisis brutal que viven los medios y de las prácticas que están llevando a cabo para tratar de sobrevivir. En esta mesa intervinieron los presidentes de las instituciones colegiales de enfermeros, médicos , veterinarios (Máximo González Jurado , Juan José Rodríguez Sendín, Juan José Badiola) y la secretaria general de los farmacéuticos, Ana Aliaga.

Aquí hay mas sobre Comunicación en Salud con Iñigo Lapetra Muñoz

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Esto te puede salvar la vida – Por: Iñigo Lapetra Muñoz

El cáncer de colon o colorrectal es, a día de hoy, el segundo tipo de cáncer más frecuente en los países desarrollados. Cada semana se diagnostican más de 500 nuevos pacientes con esta enfermedad y afecta a ambos sexos por igual. Por Íñigo Lapetra

El primer mensaje que debes recibir si estas leyendo este texto necesariamente debe ser positivo porque se trata de una enfermedad que si se diagnostica a tiempo tiene un índice de curación altísimo. Sin embargo,  en caso contrario, la supervivencia es pequeña a lo que hay que sumar el hecho de que, en  los casos más avanzados es necesaria la extirpación de una parte del colón, lo que supone que el paciente tenga que utilizar una bolsa de ostomía el resto de su vida para poder evacuar las heces.

Desde hace más de 5 años existe en España una la Alianza Para la Prevención del Cáncer de Colón, se trata de la unión de entidades sanitarias y sociales – sociedades científicas de profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y organizaciones no gubernamentales – en pos de la vida. Y es que llevan años luchado para que se implante el cribado de cáncer de colon en todo el Sistema Nacional de Salud. Se trata de una prueba que permite detectar la presencia de sangre en heces para que, en caso de dar positivo, derivar al paciente para que le sea realizada una colonoscopia donde el especialista puede analizar con detenimiento al paciente e incluso extirpar los pólipos sospechosos.

La Alianza ha conseguido ya que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud – compuesto por quienes “cortan el bacalao” en la sanidad española: Ministerio de Sanidad y CC.AA – acepten la implantación del cribado del cáncer de colon en todo el país. Un importante hito que sin embargo debe reforzarse con campañas específicas de concienciación de la sociedad a través de los medios de comunicación. Y es que la edad media para comenzar a hacerte la prueba son los 50 años – siempre que no haya antecedentes familiares – una edad en la que el ciudadano normalmente no acude a la consulta del médico o la enfermera a no ser que esté enfermo. Y mientras no se produzca este encuentro no tendrá la oportunidad de conocer esta necesidad de someterse a esta prueba completamente indolora.

Los periodistas sanitarios tenemos la responsabilidad de concienciar a los ciudadanos acerca de esta prueba haciendo llamamientos periódicos a través de los canales de comunicación donde trabajemos. Porque cada paciente que llevemos a primaria a reclamar la prueba puede ser una vida que salvemos sin saberlo. Hay momentos donde debemos dejar de lado el ansia por información exclusiva y novedosa que tan a menudo nos obsesiona para dejar paso a la perseverancia y la constancia, a un goteo de información repetitiva para conseguir que quienes nos lean sepan que, una vez más, la prevención, puede salvarles la vida.

Dicho esto, si tienes más de 50 años y/o hay antecedentes de cáncer de colon en tu familia acude a la consulta del médico o la enfermera de familia y pide ser sometido al cribado del cáncer de colon. Es indoloro, consiste en un simple análisis de heces y te puede salvar la vida.